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La historia comienza en 1890 con la llegada de nuestros bisabuelos de origen sajón. Partieron desde La Casa del Inmigrante, con la promesa de la tierra y afrontando el desafío que representa abrirse camino a través de la selva de Misiones. Establecieron su dominio para formar parte de este caleidoscopio cultural y étnico de incomparable variedad, afincándose en esa comarca privilegiada por sus atributos naturales y bondades geográficas únicas. Con espíritu entusiasta, nuestros abuelos nos transmitieron sus recuerdos, vivencias y costumbres. Dedicados en principio al cultivo de la yerba mate y el tabaco, se convirtieron, con la llegada de las primeras semillas de Té a la Argentina, en los pioneros del cultivo.
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Los cálidos relatos de mamá, Frida Vogel, me acunaron desde niña en el ritual del té. Aprendí con la familia a disfrutar del aroma de un buen Té y así empaparme de este gusto y habilidad para lograr mezclas (blends) de hebras de distintos jardines, enriqueciéndolos con productos naturales. Este té en hebras amasadas a mano, estaba reservado hasta hace pocos años, sólo para los refinados paladares de las familias de los productores. Las historias con aromas de nobleza y el respeto por la tradición, me impulsaron a crear, casi un siglo más tarde de la llegada de mis bisabuelos a Argentina la Empresa DisfrutarTé, para poder brindar a todos, estos delicados Tés artesanales. Como sucesora de la tradición del buen gusto, mi misión es compartir estos apasionantes Aromas con todos ustedes, recreando los momentos íntimos y cómplices, que existen entre las personas que se relacionan con amor. Laura Vogel El anfitrión prepara y sirve el té con toda su alma, y el huésped debe recibirlo de la misma manera, con delicadeza, simplicidad y respeto…………entonces con el tiempo se diría que una taza de té es el espejo del alma. |
